Durante la infancia y muchas veces a causa del crecimiento y poca madurez de las estructuras osteo-articulares, pueden aparecer diferentes dolencias que pueden llegar a afectar a las actividades rutinarias de los niños (correr, saltar, o cualquiera que requiera una actividad física).
Aquí es donde la podología infantil puede ofrecer un gran abanico de opciones para tratar y paliar las molestias que puedan surgir, haciendo más llevadera esta etapa e intentando que no tengan que prescindir de ninguna actividad.
Es muy importante cuidar los hábitos posturales y estar alerta de cualquier signo que nos llame la atención, como si se caen a menudo, se cansan antes que otros niños o vemos alguna posición “rara” de piernas y/o pies.
Debemos tener en cuenta que el hecho de que adopten una postura correcta tanto al sentarse como al estar de pie puede prevenir problemas en el futuro.
Pero donde esta especialidad adquiere mayor importancia es cuando hablamos de prevención. Al estar en crecimiento, durante la exploración del niño podemos observar algunas alteraciones que pueden llegar a patología en la edad adulta y mediante el conocimiento de ello, proponer algún tratamiento para evitar o retrasar el desarrollo de ésta.
