Podología deportiva

Podología deportiva, la prevención y su importancia.

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La Prevención y su Importancia.

Este artículo quiere mostrar y hacer entender la importancia de la “prevención” cuando se realiza cualquier tipo de deporte en el que intervienen los pies y su apoyo en el suelo, que son la gran mayoría de ellos…

Para ello utilizaremos un caso clínico de ejemplo y veremos dos formas distintas de abordar la situación.

 

Caso clínico:

Paciente varón de 18 años de edad, 75 kg de peso y 175 cm de estatura. Practica balonmano y entrena tres días a la semana durante dos horas, además del partido de liga que juega el fin de semana.

Durante la pretemporada y después de mes y medio de vacaciones donde se ha utilizado calzado de verano, se realiza una gran carga a nivel físico.

Tras la primera semana de entrenamientos, el paciente comienza a sentir molestias en la planta del pie derecho. Cabe destacar que años anteriores había tenido molestias similares a otras alturas de la temporada deportiva, pero no hizo nada al respecto.

Llegados a este punto, tenemos dos opciones…

 

 

1ª OPCIÓN

Nuestro paciente tras notar las primeras molestias y recordar las anteriores veces similares, se empieza a plantear la posibilidad de tener algún problema en sus pies y pide cita para realizar una exploración biomecánica.

Tras la exploración, detectamos  varios factores predisponentes a causar la fascitis plantar, y le proponemos un tratamiento:

  • Plantillas diseñadas para compensar sus defectos de forma y apoyo de los pies.
  • Serie de ejercicios para tonificar la musculatura intrínseca del pie.
  • Serie de estiramientos para relajar la musculatura sobrecargada.

Una vez comenzado el tratamiento y realizando con constancia los ejercicios y estiramientos, el paciente va notando mejoría día a día, hasta la ausencia total de molestias a los 15-20 días.

 

2ª OPCIÓN

La segunda opción a escoger sería continuar entrenando sin prestar atención a las señales corporales. Al continuar la carga de entrenamientos, tras pasar una semana, los dolores han aumentado de intensidad, produciendo la compensación automática que suele hacer el cuerpo humano y que se realiza totalmente inconsciente: la pierna izquierda incrementa poco a poco su carga para intentar liberar peso del pie lesionado.

Parece que llega una pequeña “mejora”.

A las dos semanas nos empieza a doler el pie y la rodilla izquierdos… Y el pie derecho continua con el mismo dolor.

Tras pasar un mes desde la primera molestia y ver toda la evolución que ha llevado el dolor nos empezamos a plantear acudir al especialista.

Una vez tomada la decisión, se pone en marcha para seguir la 1ª OPCIÓN. Y haciéndonos conscientes de que durante todo este mes nuestro rendimiento deportivo no ha sido el más óptimo debido a los dolores que a la fuerza nos hacían bajar la intensidad.

Tras comenzar con el tratamiento, nuestro pronóstico de mejora es mucho más lento y nos implica un gran atraso a la hora de volver a conseguir el estado de forma necesario para regresar a la competición.

podología deportiva 

 

CONCLUSIONES

Dentro de la medicina, cada vez se apuesta más por la prevención de la enfermedad. Se invierte más gasto económico, energético y de tiempo, en llevar a cabo unos protocolos que nos ayuden a no enfermar o a detectar las enfermedades en sus inicios para poder combatirlas con mayor garantía de éxito.

En el ámbito de la podología ¿por qué actuar diferente?

En consulta, un gran porcentaje de la población sigue escogiendo la “segunda opción” y sufriendo las posteriores consecuencias…

Sabiendo todo esto, está en nuestras manos cambiarlo: ¿tú qué opción escogerías?